¿Cómo escoger canciones fáciles de cantar?




Escoger canciones fáciles de cantar es un arte, ya que no todas las canciones son positivas para principiantes. Hay varios criterios que contemplar: te damos aquí las claves para escoger canciones para principiantes, fáciles y amenas para tu voz. 


Primer criterio: escoge una canción que te gusta mucho


Es el criterio más relevante: la alegría y la magia del canto sólo estarán si cantas algo que de verdad te motiva y te gusta mucho. El canto es un baile, un baile del cuerpo, de la mente, del corazón y del alma, que deben estar felices y motivados todos para que haya chispa, alquimia. Si decides cantar algo que no te resuena mucho y no te da ilusión, el corazón y el alma no se pondrán plenamente, y te quedarás con la sensación de haberlo disfrutado a medias. Si todo tu ser está motivado para cantar tal canción, entonces puedes vivir un momento muy feliz, sobre todo si tu voz te responde bien y te permite cantarla con un mínimo de calidad. En una canción, nos suele atraer una frase, una palabra… o la canción entera. Por ejemplo vivo expatriado desde hace muchos años, y curiosamente el aria que canto con más gusto es “Vi raviso, o luoghi ameni”, de La Somnanbula de Bellini, en el que un general ya mayorcito vuelve a las tierras de su infancia en búsqueda de sus sensaciones de antaño en ese lugar. No lo canto muy a menudo, pero me hace bien. A menudo lo que nos llega es sólo una frase, para expresar algo que vives, algo que sientes hacia ti mismo u otra persona. Por eso las canciones que nos motivan cambian, porque cambiamos y porque algo que hemos cantado muchas veces ya nos ha aportado lo que necesitamos. Si te aconsejan tal canción con mucha pasión, asegúrate de sentir tú también esa misma pasión antes de cantarla.


Segundo criterio: que tu canción sea más bien lenta


Mientras estés en la primera fase, la de la reconquista de tu instrumento, la recomendación es que cantes cosas más bien lentas para tener tiempo de cuidar tu inspiración, y hacerla llegar donde puedes. Es nuestro segundo criterio para escoger canciones fáciles de cantar. Podrás sentir cómo el aire te llega en el vientre, en las piernas, en los pies, en la espalda, en el cuero cabelludo, necesitarás un segundo o más en cada inspiración. Si escoges una canción endemoniada cómo “Hit the road Jack” de Ray Charles, lo tienes muy crudo. No caigas tampoco en el exceso de lentitud, escogiendo algo casi soporífico: te costará encontrar ritmo, energía, y es posible que no animes mucho tampoco si cantas algo así.


Tercer criterio: escoge una canción con un tono adecuado


Este punto es el más delicado y suele necesitar ayuda, supervisión, porque es normal que vayas bien perdido al principio. Lo más habitual es que no sepas cual es tu rango, y dentro de los tipos de voces humanas cual es el tuyo. Si eres principiante, los consejos son los siguientes cuando ensayas la canción para ver si te va bien:


  • Si te salen gallos, si se quiebra la voz, es que es demasiado aguda, retadora. Espera un poco para ganar más voz y más conocimiento de la misma: o bien podrás llegar a estos agudos, o el tipo de voz que se definirá te dejará claro que esta canción no te conviene así: buscarás otras, o aprenderás a transponerla, es decir cambiarla de tono para que sí puedas llegar.

  • Si cantas la canción entera y no sientes que esto te haya requerido algo de esfuerzo y de entrega, el altamente probable que sea demasiado grave, demasiado cómoda y fácil para ti. La mayoría empieza así, cantando cosas muy graves porque es fácil, cómodo. Pero cuando ganas voz y puedes más, esto se queda cómo aburrido y medio frustrante. Es importante notarlo y pedirte un poco más, porque el placer intenso de cantar se da si el cuerpo tiene que entregarse un mínimo. 

  • Si te quedas en tu zona de confort vocal, difícilmente sentirás la chispa, la ilusión del canto.

  • En general para los principiantes, la recomendación es que las chicas canten sólo canciones de chicas, y los chicos más bien canciones de chicos. Porque las tesituras no se corresponden, y una mujer cantando una canción de hombre se queda casi siempre en una zona demasiado grave.


Cuarto punto: mejor si te sabes muy bien la letra


Si te sabes la letra de memoria, sumas muchos puntos a favor: el canto es algo físico, en el que la mente es uno de los grandes enemigos. Cuanto más necesites utilizar tu cerebro para recordar o leer la letra, menos disponibilidad tendrás para lo realmente importante: estar por la canción y la música, y monitorizar tu respiración y tu cuerpo mientras cantas. Conocer la letra de memoria es algo que no os pido al principio, pero os facilita mucho las cosas la verdad. Esto requiere tiempo y algo de esfuerzo, y es bueno invertirlo cuando estás seguro que la canción te va realmente bien de tono. Pero si aprendes la letra y al final la canción no es óptima para tu voz, no te preocupes: si el tono no acaba de cuadrar, siempre puedes transponer esa canción para adaptarla a tu voz, y que te resulte más fácil de cantar.

Con estas primeras consignas, deberías poder acertar bastante para escoger y encontrar canciones fáciles de cantar a capella o con música. 

Comentarios

Entradas populares