LA ESPALDA: CUIDADOS PARA MÚSICOS


Guitarra contra las piernas o el pecho, violín bajo la barbilla, batería bajo los pies, cada instrumento tiene su propia ergonomía. Muchos de nosotros ya hemos experimentado el dolor de tocar en posiciones que no se corresponden con las posturas óptimas. Si hay una parte del cuerpo extremadamente sensible a las malas posturas además de soportar cargas estresantes es la espalda. Los problemas de espalda no son exclusivamente asunto de músicos pero la posibilidad de tener problemas discales y otro tipo de dolor de espalda es relativamente alto al estar expuesto a periodos relativamente largos de malas posturas. 

Durante años, fisios de todo el mundo han incrementado las investigaciones alrededor de la salud de los músicos. Especialmente en aquellas ciudades donde la cantidad de músicos es mayor, donde hay conservatorios y orquestas, normalmente es fácil encontrar un fisio que nos ayude a identificar el problema relativamente rápido. 

Pero no hay porqué llegar a ese punto. Si notas dolor durante o después del ensayo, o cualquier tensión muscular, intenta pensar en cuál es el causante. El punto de arranque de cualquier autoexamen debe de ser de pie en una postura relajada, empezando de la cabeza al cuello, hombros, pelvis, rodillas y tobillos. Cada movimiento que hagamos en esta posición requiere que el musculo trabaje y cambia la estática. Los discos intervertebrales ayudan a soportar una carga distribuida. Una vez la columna se dobla la carga se vuelve irregular causando presión y pinzamientos. Esto nos puede llevar a un desgaste perjudicial a la larga.

Postura

Empieza por analizar tu postura y presta atención a los detalles, porque tiene un papel másimportante del que piensas. Imagina ser un observador neutral, observas tus movimientos habituales como sentarse, levantarse o caminar. O por ejemplo como sacas tu instrumento de su funda y lo sujetas. Si ciertos movimientos son dolorosos o incómodos repítelos muy despacio para asegurarte de que músculos son los que están en las áreas problemáticas. Este método suele funcionar mejor delante de un espejo grande. Tu entorno también tiene importancia: ¿está tu escritorio o tu atril a la altura correcta, o tienes que estar continuamente agachando la cabeza? ¿tu butaca está demasiado baja o por el contrario tus pies no tocan el suelo? ¿está tu instrumento colocado correctamente entre tus manos y tu cuerpo o estás continuamente forzándote debido a las incómodas posturas?


Práctica

Si prestas atención notarás pequeñas cosas que tienen un gran impacto en tu bienestar. Un guitarrista por ejemplo que considera que la púa la debe sujetar entre el pulgar y el índice más fuerte de lo necesario, no podrá tocar relajado. La presión ejercida por el pulgar y el dedo índice afecta a la mano, brazo, hombro y de rebote a toda la espalda. Esto se puede aplicar a cualquier instrumento y no se limita a los dedos, sino a todas las partes del cuerpo envueltas que participan en los mismos movimientos.

Psicología

Hoy en día ya somos conscientes de que los problemas mentales y emocionales pueden conducirnos a problemas físicos a menudo relacionados con el dolor de espalda. Aquellos que, tanto profesionalmente como en su vida privada, están bajo presión, tienen pánico escénico o son extremadamente perfeccionistas no solo padecen psicológicamente.   En estos casos hacer ejercicios de relajación puede hacer milagros, pero en este caso es aconsejable consultar a un fisioterapeuta antes de echarnos a la espalda el peso de todos nuestros problemas psicológicos.

Solución

Puede parecer evidente, pero en la mayoría de los casos, la combinación de una postura adecuada, ejercicio y relajación proporcionarán alivio y bienestar. Calentamientos y estiramientos adecuados antes de tocar o ensayar es una buena manera de empezar. Algunos dirán «pero yo no soy atleta profesional», lo cual es cierto, ya que somos algo más que eso. Mientras algunos futbolistas o atletas piensan en jubilarse a los 30, nuestros instrumentos nos acompañarán (afortunadamente) hasta que la muerte nos separe.

Cualquier persona consciente de sus problemas de espalda puede  corregirlos y contrarrestar el deterioro  e incluso superar el problema. Sin embargo, los malos vicios tienen un papel muy importante, corregir años de hábitos incorrectos puede ser exhaustivo y tedioso. Para los que estén faltos de motivación, pueden encontrar ayuda en muchos gimnasios y instituciones especializadas en los cuidados de la espalda. En general el fitness para la espalda puede fortalecer tus músculos y combatir la mayoría de problemas mejorando nuestras posturas a través de movimientos funcionales. Ahí fuera hay muchas guías, manuales y tutoriales disponibles para ayudarte en tu día a día.

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